Lucila Gamero de Medina fue sin duda una gran luminaria
literaria, una pionera y forjadora de letras, un emblema histórico nacional.
Pero su figura se agranda todavía más cuando estudiamos su obra desde el punto
de vista político, puesto que no hablamos ya de especulaciones literarias sino
de acciones físicas de liberación, el de las mujeres, por tanto, tiempo
oprimidas.
Su lucha contra el patriarcado se capta con su mejor esencia y
esplendido heroísmo cuando avistamos que en 1955 se aprueba la institución de
la ley para instituir el sufragio femenino mediante el decreto número 30,
después de largas décadas de lucha.
Sin duda alguna, el genio de Lucila Gamero de Medina no tiene
parangón en la vida social y política de Honduras.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario